El Socio Director de La Cruz Inmobiliaria, Daniel Hurtado Parot, analiza las últimas medidas en este ámbito y cómo favorecen a miles de familias para la compra de una vivienda en condiciones muy favorables.

Daniel Hurtado Parot, Socio Director de La Cruz, ha conocido durante su extensa trayectoria profesional y gremial distintas visiones en torno a la política habitacional y al rol subsidiario del Estado para facilitar el acceso a la vivienda propia.

El actual presidente del Consejo de Políticas de Infraestructura y Past President de la Cámara Chilena de la Construcción ha sido testigo de cómo se ha ido modificando el foco de la política habitacional, en función de los contextos sociales, económicos e históricos. Por ello es interesante su mirada respecto de las recientes medidas que evidencian un énfasis en programas que favorezcan a sectores medios de la sociedad, para que éstos también tengan condiciones favorables para la adquisición de una vivienda.

– A partir de su experiencia y trayectoria en el sector inmobiliario, ¿cómo ve el actual rol subsidiario del Estado en lo que respecta a la política habitacional?

“En los últimos 20 años la política habitacional ha estado concentrada en solucionar las necesidades habitacionales de las familias más necesitadas, objetivo que se ha ido cumpliendo de manera sustancial. Por ello se modificaron los programas de vivienda para los sectores más vulnerables, lo que implicó prácticamente un subsidio total de cerca de 900 UF como valor máximo,donde los beneficiarios solo han debido aportar alrededor de 20 UF de ahorro para adquirir una vivienda, la que queda cancelada en su totalidad. A partir del Fondo Solidario se logró dar solución a la carencia de vivienda en los sectores más desposeídos, con un subsidio que permitió que las familias no se endeudaran en el tiempo”.

– Sin embargo, siempre se ha dicho que con políticas centradas en los sectores más vulnerables de manera casi excluyente, se deja sin apoyo a los sectores medios de la sociedad.

“Así es, en esta intervención estatal de alguna manera se ha dejado de lado a la clase media porque el objetivo estaba dirigido a los sectores más vulnerables. Pero hoy día, con los programas que se están implementando, como el DS 01 y DS 116, uno puede entender que el foco está en el segmento medio de la sociedad. Creo que las últimas medidas facilitan a la clase media el acceso a la vivienda propia”.

– En febrero y marzo de este año se llamó a las Inmobiliarias a participar en el Decreto Supremo 116, que tiene foco en los sectores medios y en un porcentaje menor en las familias más vulnerables.

¿Por qué La Cruz Inmobiliaria decidió participar?

“Nos parecieron muy interesantes los tres componentes que tenía este llamado. En primer lugar, buscaba contribuir a la reactivación económica. Como lo estamos viendo hoy día, se sabía que iba a existir una baja en la productividad, debido a factores internos del país y también externos. Por eso el Gobierno resolvió, en conjunto con el sector privado, diseñar un programa que permitiera comenzar a generar actividad económica y laboral en los meses de julio, agosto y septiembre. El segundo objetivo fue poder utilizar cerca de 25.000 subsidios habitacionales que ya habían sido adjudicados, pero que no pudieron ser utilizados porque había muy poca oferta inmobiliaria para ese segmento, entre las 900 y 1500 UF. Y el tercer propósito fue cumplir con un concepto importante que es el de la integración, ya que en estos proyectos habitacionales, que pueden ser casas o departamentos, se debe destinar al menos un 20% de las viviendas para familias vulnerables, de manera que puedan tener acceso a conjuntos habitacionales o barrios bien ubicados, con servicios cercanos”.

– ¿De qué forma el DS 116 ayuda a las familias de clase media a tener una buena solución habitacional?

“Es un subsidio que se entrega a las inmobiliarias o a las entidades desarrolladoras de gestión, es decir, es un subsidio que se entrega a la oferta. Por ello las empresas pueden tomar decisiones rápidas respecto a la ejecución y construcción de los proyectos. Esto permite una certeza desde el punto de vista del negocio inmobiliario, que se traduce en

una mejor oferta de solución final para los futuros beneficiarios. Además se exigió a las inmobiliarias que los terrenos donde se desarrollen los proyectos tengan una buena ubicación, cerca de establecimientos educacionales, áreas verdes, con buena conectividad y locomoción colectiva. También al interior de los mismos conjuntos habitacionales se exigieron algunas condiciones respecto de las áreas verdes, de los juegos infantiles y equipamiento. Sin duda son proyectos que deberían atender de mejor manera la necesidad habitacional del sector medio de nuestro país”.

¿Hay medidas complementarias que beneficien a los sectores medios para obtener una vivienda propia?

“Sí, en el marco de la política habitacional centrada en el sector medio, hay dos grandes medidas que se anunciaron en conjunto con la pos- tulación a este programa: el subsidio al buen pagador, gracias al cual si la persona paga oportunamente su dividendo, el Estado le entrega un subsidio mensual que va de un 10 a un 20% del monto del dividendo. Y en segundolugar, se aumentó el seguro de desempleo hasta el último dividendo, beneficio que antes duraba hasta el segundo o tercer año. Por lo tanto si un beneficiario del subsidio habitacional tiene un problema laboral, el Estado, mediante la contratación de una póliza, cubre el pago del dividendo. Esto también les da a los bancos que entregan esos créditos hipotecarios mayores certezas respecto del pago, lo que debería aumentar las posibilidades de otorgamiento de dichos créditos”.