Los especialistas coinciden en la importancia que tiene para el desarrollo de un niño, contar con un espacio dentro de la vivienda destinado específicamente al estudio y a la realización de actividades propias de su proceso de aprendizaje.

Durante la etapa preescolar es recomendable que los pequeños dispongan de una silla y una mesa de dimensiones adecuadas a su tamaño, para que puedan realizar actividades como dibujar, pintar o pegar.

Cuando ya entran en la etapa escolar se vuelve necesario habilitar un espacio de la vivienda para el estudio, el cual debería contar con las siguientes características:

  • El lugar debe ser siempre en el mismo para que no existan nuevos elementos de distracción cada vez que el niño va a estudiar o a hacer las tareas.
  • Este espacio debe contar con algunos elementos básicos, como mesa o escritorio, silla y algún mueble o repisa para almacenamiento de útiles y materiales.
  • El ambiente debe ser silencioso, alejado de la televisión, radio y teléfono.
  • Se debe evitar la presencia de muchos muebles u objetos que puedan actuar como distractores.
  • La habitación debe tener una ventilación y temperatura adecuados, así como una buena iluminación natural, si ello es posible.

estudiando

 

 

En la medida que el espacio lo permita, el lugar de estudio no debería ser dentro del dormitorio del niño, sino en lugares de poco tránsito, como por ejemplo frente a una ventana, en un pasillo o rincón. Los dormitorios son habitaciones de descanso y desconexión, que no se asocian a las labores escolares. Si no fuera posible hacer esta separación, se recomienda que el escritorio o mesa de trabajo esté lo más alejado posible de la cama.

 

Organización y planificación

Si bien el espacio adecuado ayudará mucho al estudio del niño, no pueden dejarse de lado aspectos que son tanto o más importantes, como la organización y la planificación que deben realizar los padres o tutores.

Es aconsejable destinar horarios de estudio, proporcionales a la edad del menor, con lapsos de descanso, generado hábitos. En este aspecto resulta muy útil una pizarra o calendario con los días de la semana, que permita anotar las pruebas o actividades del período, para que esté visible para el niño y los adultos.

Colores que aportan

Al momento de decorar la habitación o el espacio que los niños tendrán para estudiar es bueno pensar muy bien los colores de las paredes. En general se recomiendan tonos suaves, como los celestes, verde manzana, rosado o blanco, que aporten luminosidad y eviten un sobre estímulo visual.

Si se opta por el blanco, los detalles de color que caracterizan los espacios infantiles, pueden ser aportados por objetos decorativos, detalles en los muebles, cojines, entre otros.